Primer
método: Hacer cambios en tu entorno
1) Busca especies locales que necesiten ayuda
Los animales en peligro de extinción pueden parecerte un problema
lejano, pero es probable que haya especies amenazadas, como osos, aves o
insectos, cerca de ti.
- Las plantas invasoras que sobrepasan la vegetación nativa y los animales invasores que no tienen depredadores pueden combinarse para diezmar poblaciones enteras de animales nativos. Ten en cuenta la diferencia existente entre las especies invasoras y las no nativas. Las primeras son específicamente especies que prosperan y superan a las especies nativas. De hecho, la mayoría de nuestros alimentos de origen animal y vegetal no son nativos.
- Al plantar, elige plantas y flores que sean nativas de la zona. Es más probable que la vegetación nativa atraiga aves, mariposas y otros insectos, y demás animales también nativos que podrían estar en peligro de extinción.
- Retira hierbas invasoras y plantas no nativas, favoreciendo las variedades de la zona.
- Construye comederos de aves adecuados para las especies nativas.
2) Cultiva de manera natural
Elimina el uso de pesticidas químicos en tu jardín y
favorece los productos naturales. Dales a las especies amenazadas o en peligro
de extinción de tu área la oportunidad de desarrollarse sin enfrentarse a
toxinas innecesarias. Además, una escorrentía podría esparcir los químicos de
los pesticidas lejos de tu casa, de modo que terminarán afectando un hábitat
mayor de lo que piensas.
- “El control de plagas integrado” es una opción que se basa en métodos “naturales” para combatir las plagas y las plantas no deseadas. Por ejemplo, si tienes un problema con pulgones, atrae mariquitas que se alimenten de ellos. La creencia que tienen las personas que practican la permacultura (y también otras) es que si tienes una gran cantidad de caracoles o babosas en tu jardín, el problema no es precisamente la cantidad de dichos animales, sino la falta de patos que se alimenten de ellos y los mantengan a raya.
- Asimismo, empieza a hacer composta para crear un fertilizante natural y de origen bien local, en lugar de marcas comerciales llenas de químicos y traídas de lejos.
3) Considera tus necesidades de espacio
Muchas personas sueñan con tener
un patio trasero enorme con un césped verde y prístino, pero la invasión cada
vez mayor de los hábitats silvestres por parte de los humanos es una de las
causas principales de que haya especies en peligro de extinción.
- Considera la posibilidad de convertir tu patio en un paisaje comestible. En las zonas afectadas por sequías, el uso de plantas nativas o acostumbradas a estas condiciones puede ayudar a que las especies animales sobrevivan.
- Cuando sea momento de mudarte a una casa nueva, piensa detenidamente sobre la cantidad de espacio que realmente necesitas. Además, toma en cuenta los beneficios de vivir en un lugar más pequeño (por ejemplo, ¡menos césped que cortar!) o en un área de desarrollo ya en curso en lugar de un enclave periférico recién hecho.
- Si no tienes planeado mudarte, piensa en la posibilidad de reducir tu huella en tu propiedad. ¿Permitirías que parte de tu terreno vuelva a un estado más natural, por ejemplo, reemplazando el césped por plantas nativas que crezcan solas?
Segundo
método: Combatir la contaminación y el cambio climático
1) Compra productos orgánicos
de origen local: Todas las medidas para prevenir la contaminación contribuyen a las
especies en peligro de extinción y ayudarás a que la agricultura orgánica sea
una opción social y económicamente consciente para los agricultores.
2) Reduce,
reutiliza y recicla: Si tu municipalidad
tiene algún programa de reciclaje, aprovéchalo al máximo. Si no existe ningún
programa disponible, crea uno. Mantén la mayor cantidad de tu basura fuera de
los vertederos.
3) Piensa en
alternativas a conducir. Camina o monta
la bicicleta para ir al trabajo o al mercado. Hacerlo es bueno para tu cuerpo y
no produce emisiones de carbono que afecten de manera negativa el equilibrio
climático delicado de la tierra. Usa el transporte público siempre que puedas.
4) Ahorra energía
apagando las luces y los aparatos eléctricos cuando no los utilices. Desconecta los televisores, las computadoras y cualquier otro aparato
que siga consumiendo energía aunque esté apagado. Esta medida detendrá el
consumo "oculto" de estos artefactos.
5) No desperdicies
agua. No dejes correr el agua mientras te cepilles los
dientes y usa aparatos que ahorren agua en tus inodoros, caños y cabezales de
ducha. Arregla rápidamente los grifos que goteen. Incluso un
goteo menor puede desperdiciar grandes cantidades de agua a la larga.
Tercer método: Trabajar juntos
1) Apoya a los parques nacionales, las reservas naturales y las áreas silvestres que protegen los hábitats de los animales en peligro de extinción
Visítalos,
gasta dinero en ellos u ofrécete de voluntario en alguno.
·
Enséñales a los niños sobre la protección de las
especies en peligro de extinción. Muchos parques tienen programas y recorridos
turísticos especiales para ellos.
·
Cuando viajes, toma en cuenta el ecoturismo en las
áreas que están haciendo esfuerzos por proteger grandes números de especies en
peligro de extinción. Por ejemplo, hay muchas personas de Madagascar, una
nación insular al este del continente africano que tiene un ecosistema único y
frágil, a las que les gustaría preservar sus especies en peligro de extinción.
Proporciónales los incentivos económicos para hacerlo.
2) Deja la naturaleza como la encuentres
Cuando vayas a un parque nacional o simplemente camines por un bosque,
sigue las reglas y realiza acciones sencillas para mantener el área inmaculada:
recoge la basura; sigue las normas concernientes al uso de fuego; deja las
flores, los huevos e incluso las piedras y ramas donde los encuentres. Solo
tómate fotos y deja huellas.
3) Únete a un grupo
de conservación de la vida silvestre
Hay muchas organizaciones nacionales e internacionales que trabajan para
proteger a las especies en peligro de extinción, e incluso podrías encontrar
organizaciones locales en tu área. Es posible que realicen labores tan simples
como retirar la hierba y plantar especies nativas en la reserva natural más
cercana. Únete a ellos o crea un grupo tú mismo.
4) Alienta a los
agricultores y a los grandes hacendados a establecer hábitats de vida silvestre
y a no cortar bosquecillos de árboles antiguos
Si conoces a alguien en esta situación, infórmale de los beneficios de
hacerlo. De lo contrario, únete a una organización que apoye a los agricultores
y otros actores a tomar esta decisión.
5) Une tu voz a la
de otros y hazte escuchar
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